La Capa de Honras es hoy, sin ninguna duda, uno de los más
fuertes símbolos de identidad de la Tierra de Miranda do Douro al noroeste de
Portugal. De origen no completamente acordado para los investigadores, la capa
mirandesa se manifiesta como uno de los elementos más importantes de la
indumentaria tradicional portuguesa, y a su vez, como uno de los grandes iconos
mirandeses.
Una prenda de gran valor etnográfico y artesanal, que requiere de un trabajo minucioso del artesano debido a su gran complejidad. El hombre que ha vivido en estas tierras creó su particular manera de vestirse para el trabajo en el campo. Su vida basada en la naturaleza, le llevó a confeccionar sus ropas de manera, simple, hermosa y artesanal, hechos con los recursos locales, como lo son el lino y la lana.
Los pastores de estas zonas pastoreaban diferentes tipos de ganado, entre ellas la oveja castellana. La lana parda de estas no podía teñirse, mientras que la blanca sí. Esta piel parda, no era vendible al no poderse teñir, por eso la landa parda era utilizada por los dueños de estas para realizar sus prendas. Es de esa lana parda, de la que procede la Capa de Honra.
La capa era usada por pastores y labradores para protegerse de las intemperies, en una región donde "hace nueve meses de invierno y tres de infierno", dice el dicho, abrigándolos del insoportable frío y de la lluvia, en el invierno y del tórrido sol y el calor, en el verano. Esta capa es simple y escasamente ornamentada, ya que constituía una prenda de trabajo. El traje fue concebido simple, austero, pero hermoso. La lana es hilada, tejida y pisada. Cada capa lleva diez metros de burel y tarda aproximadamente dos meses para estar completamente lista.
Una prenda de gran valor etnográfico y artesanal, que requiere de un trabajo minucioso del artesano debido a su gran complejidad. El hombre que ha vivido en estas tierras creó su particular manera de vestirse para el trabajo en el campo. Su vida basada en la naturaleza, le llevó a confeccionar sus ropas de manera, simple, hermosa y artesanal, hechos con los recursos locales, como lo son el lino y la lana.
Los pastores de estas zonas pastoreaban diferentes tipos de ganado, entre ellas la oveja castellana. La lana parda de estas no podía teñirse, mientras que la blanca sí. Esta piel parda, no era vendible al no poderse teñir, por eso la landa parda era utilizada por los dueños de estas para realizar sus prendas. Es de esa lana parda, de la que procede la Capa de Honra.
La capa era usada por pastores y labradores para protegerse de las intemperies, en una región donde "hace nueve meses de invierno y tres de infierno", dice el dicho, abrigándolos del insoportable frío y de la lluvia, en el invierno y del tórrido sol y el calor, en el verano. Esta capa es simple y escasamente ornamentada, ya que constituía una prenda de trabajo. El traje fue concebido simple, austero, pero hermoso. La lana es hilada, tejida y pisada. Cada capa lleva diez metros de burel y tarda aproximadamente dos meses para estar completamente lista.
Con el paso del tiempo, con la llegada de los cambios en las
costumbres cotidianas y de trabajo de los mirandeses, la capa dejo de ser
utilizada como ropa de trabajo. El traje no tiene el uso de
otros tiempos, pero mantiene el simbolismo y permanece en la actualidad como un traje
festivo y simbólico, apenas utilizada en ceremonias, actos protocolares o galas de
importancia relevante. Las personas importantes le dieron "honor" a esta, que
inicialmente, era sólo de gente rica.
No se sabe cuántas capas de honras mirandesas existen, ya que
es imposible calcular un número determinado, ya que muchos ejemplares
transitaron de generación en generación, asumiéndose como un valor familiar de
relevante importancia.
Es una de las piezas de la vestimenta popular portuguesa,
algo pesada, la más imponente y la más antigua. Es la única prenda común en dos países, no hay en toda Europa
una prenda que una a dos países, ya que la capa de honra, une a Portugal y a
España.
Las capas de honor llaman la atención por el nombre y la anchura, en un trabajo minucioso, a la medida de quien la viste. Es una de los trajes más antiguos y más caros de la ropa portuguesa y puede llegar a costar unos 600 euros.
Las capas de honor llaman la atención por el nombre y la anchura, en un trabajo minucioso, a la medida de quien la viste. Es una de los trajes más antiguos y más caros de la ropa portuguesa y puede llegar a costar unos 600 euros.
Según algunos investigadores, se origina en la región española de León, que se remonta a los siglos IX o X. Hay también quien defienda que la capa de honores mirandesa podrá tener origen en la capa pluvial de Arperjes, usada en los monasterios de las Tierras de León, en España, donde también se la conoce como "capa de chiva" y podría remontarse a la época medieval más rica y más solemne.
Hace pocos años, La Cámara Municipal
de Miranda do Douro inició un proceso de "recuperación" de las
diferentes vestimentas tradicionales portuguesas y todavía en uso mirandés. El
acto "Exaltación de la "Funda de Honores Mirandesa" que tiene
lugar en el mes de marzo se busca popularizar el uso de esta prenda en actos.
Una de las piezas artesanas más ilustres del Planalto Mirandés, que, como es
obvio, es indispensable su utilización en cualquier tipo de ceremonia, sea de
la índole que sea.
El objetivo de la iniciativa es preservar y recuperar este
patrimonio, asociándolo también a las regiones españolas de Aliste y Zamora.
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